Eran otros tiempos

Agonizaba el partido, y con él nuestras ilusiones. Minuto 43 del segundo tiempo: ataca Ortega, le hacen un penal. Amaga, lo patea mal; ataja el arquero, y en el rebote, Crespo: 1-1. No alcanzaba. No alcanzó. Era el 12 de junio del 2002, alrededor de las 5:30 de la mañana en nuestro país. La desilusión era enorme. ¿Para qué contarles?, ustedes lo recuerdan.

Realmente pasó bastante tiempo desde aquel momento. Casi cuatro años, me dirás. Es cierto. Para tener una idea de lo que es, recordemos:

-El contexto político del país marcaba que un par de meses antes, después de que el presidente escape con un helicóptero, caiga un tipo y diga que Argentina saldría de la convertivilidad y que no se le iba a pagar al FMI.

-El presidente de la Nación era el tipo que había perdido las que en ese momento eran las últimas elecciones, Eduardo Duhalde.

-Sólo algunos que tenían computadora usaban el MSN Messenger.

-Hacía cincuenta años que Argentina no ganaba una medalla dorada olímpica.

-El básquet no había sido "campeón moral" del mundo, y Ginóbili no había jugado para San Antonio.

-Nalbandian no había llegado a la final de Wimbledon, y el capitán de la Copa Davis era Alejandro Gattiker.

En lo personal (disculpen quienes no me conocen)

-Era compañero de Joan Ventura, Franco Cappozoli y Vicky Sbacco.

-No conocía a Nicolás Herrera ni a Martín Battaglini (tampoco a Vanesa Riva ni a Francisco Zamora).

-No me había ido de viaje de egresados (pero no una, sino ninguna de las dos veces).

-Estaba participando en la Olimpíada Matemática Argentina.

-Diego Briano, Hernán Cides, Ezequiel Becerrica y Gustavo Castelucci eran "los del a".

-El Conuter-Strike era parte de nuestra cotidianidad (RAF vivía su apogeo).

En el preciso momento en que un tal Ali Bujsaim pitó el final se me vino a la cabeza una cosa, como forma de consuelo, que me parecía extremadamente lejana, y que no cumplía su misión de consolarme: esa cosa era Alemania. Era Alemania 2006.

***

Faltan 12 horas para que Alemania y Costa Rica salgan a la cancha. No lo puedo creer. Eso que parecía lejanísimo está a metros. Aguante el fútbol.