lunes, julio 10, 2006

Argelino de mierda

Terminó el mundial y es hora de terminar la siesta que este blog decidió tomarse hace rato. Pusimos muchas fotos, pusimos muchas tapas de revistas, linkeamos a Riquelme, pero desde que nos quedamos en cuartos no pudimos escribir algo como la gente. Hablemos de lo que hay que hablar.

La figura del mundial fue Zinedine Zidane. No cabe duda, lo confirmó la FIFA esta mañana. Haciendo, o no haciendo, en cada partido que estuvo, y en el que no estuvo también, fue el que dio que hablar. Hagamos un breve repaso de lo que pasó con este precoz dolape y justifiquemos su condición de Balón de Oro de Alemina 2006.

Francia encaró el mundial con dos asuntos. Por un lado, la bochornosa actuación en Corea-Japón, bastante peor que la nuestra si tenemos en cuenta que los franceses no pudieron hacer siquiera un gol y que, además, llegaban a Asia para defender la copa del 98. Y por otro costado, el sabor agridulce de tener que jugar sabiendo que la máxima figura del fútbol galo disputaba los últimos partidos de su carrera (tres (o dos) como mínimo, y siete como máximo).

En la primera fase hubo mucho olor a que esta Francia se iba a declarar el equipo más pecho frío que se haya visto jamás. Quien les escribe ya estaba saboreando una gran nota discriminando abiertamente a este equipo, al momento en que parecía irse, una vez más, en primera fase. Pues Francia había empatado con Suiza primero (0-0) y con Corea luego (1-1), donde vale mencionar que los chinitos lo empataron en los últimos diez minutos del partido. Zidane ya daba que hablar, no solo porque no aparecía, sino también porque había acumulado dos amarillas y se perdía el partido con Togo, por lo que dependía de sus compañeros que él no hubiera terminado su carrera en el segundo partido de la primera fase.

Llegó el partido con Togo y en el entretiempo, con el marcador en 0 para ambas selecciones, todo parecía indicar que Francia se quedaba afuera y que Zidane dejaba el fútbol con el pecho más frío que nunca. Casi con los pezones congelados. En el segundo tiempo llegaron un par de goles y la chance para Zinedine de despedirse contra España, en octavos, porque como venían ambos equipos, parecía difícil que los gallegos perdieran con los franceses.

A partir de la segunda parte del mundial, Francia fue otra, y Zinedine Zidane fue otro. Él empezó a tocar, armar juego, hacer goles y a tratar la pelota como, dicen, supo hacerlo en otras épocas. Y, de a poquito, Francia fue dejando a gruesos tanques en el camino, sin siquiera ir a tiempo suplementario. Italia, por el lado opuesto, se arrimaba a la final con triunfos menos sabrosos, ante equipos que poco tenían que hacer en octavos y cuartos de final.

Llegó la final y Zidane ya era la figura del mundial, por lo que había hecho ante Brasil y porque no había otro que ostentara fuertemente esa misma condición. Y en el último partido Zinedine no hizo otra cosa que confirmar dos cosas: que todos hablan de él y que su calidad técnica se extiende a inimaginables actividades de la vida humana. Primero, una pelota que estuvo a cinco centímetros para abajo de ser la gloria, y cinco para arriba de ser la muerte; donde dio fue simplemente gol y esas dos opciones del principio de la oración.

En el suplementario, lo mejor. La violencia en la cancha suele ser algo que se desparrama a escondidas, con un dedito en el culo, un codazo o un cabezazo tímido a la mandíbula. Pero la violencia que debe desparramar un grande, como Zidane, debe ser de otro nivel, de otra índole. En primer lugar debe ser de frente, a la vista de todos, para que la multitud vea que un ídolo es ídolo hasta en las piñas. Y en segundo lugar, debe ser aplicada de una forma novedosa, que sea ingeniosa y a la vez efectiva. ¡Y de qué forma Zinedine Zidane supo cumplir estas dos máximas! Porque el tucumano aplicado al pecho de Materazzi fue realmente mortal, para chuparse los dedos. Basta con ver la pequeña secuencia para advertir una cantidad de detalles que vuelven a la maniobra tan asfixiante como bella. El movimiento desarrollado por Zidane emula directamente el funcionamiento de un reloj cucú. Vea usted como el francés trabaja con los brazos en el momento previo al topetazo. Vea como las extremdiades se juntan en el frente para luego ir a los costados, abriéndose cual puerta, dejando emerger la pelada que no tiene otro destino que el esternón de Materazzi. La maniobra es admirable en su totalidad. No debemos olvidarnos de la primera instancia, en la que Zinedine se le adelanta al italiano por la izquierda, como se debe, para luego hacerle frente una vez que lo hubo superado. También es bueno destacar lo que le sucede al italiano despues del golpe. Fijese en los videos como el pecho permanece en el mismo punto en el espacio tridimensional, mientras que las piernas se elevan en una curva de 90 grados, quedando Materazzi de forma horizontal, oblicuamente perfecto a la verticalidad de Zidane. Es en verdad difícil que el fútbol de mundiales vuelva a disfrutar de un acto de violencia tan precioso como este. Ya nomás en este mismo mundial, las otras dos maniobras de golpe más importantes, no fueron ni la mitad de ésta (hablo de la pisada de huevos de Rooney y del codazo de De Rossi a Mc Bride).

¡Ssssaaaaaaaaaaaaaa!

Por haber mostrado algo de fútbol, por haber sido siempre el centro de todos los comentarios, porque se despidió del deporte, por haber sido él toda Francia y por este bocadito Cabsha que nos regaló sobre el final, Zinedine Zidane es la figura del mundial.

Pero siempre, aunque se confimre la posta, nos quedará un único interrogante: ¿Qué tan dura fue la puteada del italiano para que el francés reaccione de tal forma? Tiene que haber sido realmente buena, porque para hacer expulsar a un jugador de este tipo, en el último partido de su vida y por una final del mundo, no basta con una pronunciación de Manolo.

Alain Migliaccio, agente de Zinedine Zidane, salió a decir hoy que "Materazzi le había dicho algo muy grave" y aseguró luego que "se aclarará todo en esta semana". Los muchachos de la mañana de canal 13 salieron a decir que el insulto había sido "Argelino de mierda", pero en su versión italiana. Realmente la oración es bastante pobre como para sucitar tal respuesta. La única chanche que hay es que Zidane haya entendido "Argentino de mierda", lo que sería algo más grave, justificando, quizás, la posterior exhibición de Ju-Jitsu. Pero a mi entender no pudo ser ese el detonante. Tuvo que ser algo más intimo, más ingenioso, más provocativo. Igual ya estoy convencido de que nunca encontraremos la verdadera versión y que tendremos que colocar este legajo en la misma carpeta en que se ubican cuestiones que podrían quitarnos el sueño, como quién mato a Kennedy o por que no podemos estornudar con los ojos abiertos, o cagar sin mear, da igual.

A fin de cuentas, Italia es campeón. Van 9 para Europa y 9 para América del Sur. Los tanos la ganaron despues de 24 años. Cuando sea Sudáfrica 2010, ¿cuántos años van a haber pasado desde el 86? ¡¡Taa taan TAA TAAN!!

2 Comments:

At 12/7/06 5:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

No hay placer más orgásmico (después de la eyaculación precoz) que comprarse una caja de alfajores en un mayorista y morfárselo durante toda una semana. y sí, me siento mogólico por decir esto, pero qué mierda importa?

Iniciemos la movida TODOS CONTRA EL PUTO JORGITO, POR UNA ARGENTINA MAS NUEVA Y MAS MEJOR!!!!

Aguante los Guaymallen loco!!!!!! QUE ME AYUDARON A SOBRELLEVAR LA INFANCIA!!!!!!!

 
At 20/7/06 5:48 a. m., Anonymous Anónimo said...

Nice colors. Keep up the good work. thnx!
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