jueves, junio 22, 2006

Volvió el cagazo

Después de la victoria ante Serbia y Montenegro y la clasificación a octavos existió cierta relajación, producto tal vez de que se despejaron los fantasmas de la pesadilla del ´02 (cosa que no le pasó a los franceses). Y el partido ante Holanda se presentaba como lindo porque se jugaba por el primer puesto y por el honor, y no por seguir en carrera. Y era un rival digno de ser enfrentado, sin dudas.
Buen, el partido pasó, y no será tan recordado como otros. Pero esa relajación post-Serbia se fue a la mierda: el sábado jugamos contra los mexicanos y no hay margen de error. Un partido aislado puede perder cualquiera. Pero no quiero ser mala leche tampoco: le tengo toda la fe al hombre Peker y a sus muchachos.
Ah, y no se olviden. Como contra Serbia: a los pasecitos...