Dale, sigan jodiéndolo

Con mi compañero Chucho de frío a veces estamos de acuerdo y a veces no en lo que respecta al fútbol. Pero en pocas cosas como en esta tenemos pensamientos tan distintos. Ayer se refirió con cierta ironía al gordo que juega de 9 para Brasil, y hoy ese muchacho se convirtió en el máximo goleador en la historia de los mundiales, igualando a Gerd Müller con catorce goles.
En el primer tiempo desequilibró a los ingenuos nipones bastante y sobre el final clavó el empate de cabeza. Y en el segundo tiempo tocó con Juan y metió una media vuelta al lado del palo inatajable, marca registrada, diría Varsky.

Figurita repetida: el gordo festejando y el arquero desparramado en la red

Este Ronaldo no es el mismo que jugaba en Cruzeiro, PSV o Barcelona. No tiene la misma velocidad bajo ningún punto de vista ni la misma gambeta. Pero me cuesta encontrar mejores definidores que él en la actualidad. Se convirtió en un delantero pragmático que cada tanto tira algún lujo, pero que le deja esa responsabilidad a Ronaldinho, Robinho o al que sea.
El tipo es una bestia y no te podés descuidar nunca. Espero tu réplica, Chucho.